TÉCNICAS DE ESCRITURA UNIVERSITARIA
jueves, 28 de mayo de 2015
martes, 26 de mayo de 2015
EJEMPLO DE ENSAYO ARGUMENTATIVO
Autor:
Entregado
al profesor:
Gustavo
Adolfo Moncayo.
Universidad Cooperativa de Colombia.
Facultad de ciencias económicas y contables
Tercer semestre – Nocturno
Contaduría pública – Institucional III
Popayán, Cauca
2015
EL FUTURO DEL MUNDO DEPENDE DE UN CAMBIO
EN LA EDUCACIÓN
“El maestro que intenta enseñar sin inspirar
en el alumno el deseo de
aprender está
tratando de forjar un hierro frío”[1]

Para empezar a hablar de
educación y de cómo un cambio en ella podría asegurar un futuro a las personas,
es imprescindible dar una mirada, a groso modo, de la sociedad en la que
vivimos. Para esto, es importante primero reconocer que vivimos en una
modernidad líquida, la cual hace referencia a las relaciones y objetos
desechables, al uso de la tecnología y del conocimiento para la satisfacción de
necesidades en el menor tiempo posible y a la innovación como la mejor forma de supervivencia. Por consiguiente
podemos notar como en la actualidad gracias a los avances tecnológicos la
información está dada en el mundo y cualquiera puede acceder a ella, es por
esto que ninguna persona es indispensable por lo que sabe sino por lo que
realice con eso que conoce, “la receta para el éxito es ser uno mismo, no ser
como los demás”[2],
el que cualquier persona tenga acceso al mismo o a un más avanzado conocimiento
que el de otro individuo, es lo normal, lo del común, pero la manera en que se
utiliza dicho conocimiento, el plus agregado por cada uno, es lo que distingue
a cada persona. Un ejemplo de esto es que muchas compañías pueden diseñar un
televisor, las instrucciones de cómo hacerlo aparecen en internet, lo que es
valioso en la modernidad es lo novedoso, lo adicional que cada una de esas empresas
le imprime a sus modelos: mejores diseños, más funcionalidad, mejor resolución,
etc. Cualquiera puede obtener nuestro conocimiento, es por eso que debemos
reinventarnos examinar las necesidades del usuario
final de nuestro trabajo y sorprenderlo con cambios innovadores en nuestro
quehacer, ofreciendo servicios y productos originales y de impacto en la
sociedad.
Debido a lo anterior y gracias a los avances
tecnológicos en la modernidad no es necesario aprender de memoria nada ni
repasarlo de manera puntual, el mundo y por ende el conocimiento está en un
proceso de cambio constante, lo que aprendemos hoy puede cambiar mañana, puesto
que “el mundo, tal como se vive hoy,
parece más un artefacto proyectado para olvidar que un lugar para el
aprendizaje”[3],
podemos con un solo clic acceder a cada
conocimiento y acontecimiento alcanzado por cualquier persona en el mundo, al
igual que a cada hecho histórico, a tendencias y demás cambios que se estén
presentando a nivel mundial en cada segundo del día y a la hora que lo
necesitemos para asesorarnos en la toma de diversas decisiones que puedan
afectar o solucionar eventos temporales, entonces ¿Para que aprender de memoria
algo que no se nos oculta y que tenemos a entera disposición?, es muy probable
que al aprender algo necesitaremos realizar nuevas consultas sobre el tema dado
que es muy posible que exista una pronta actualización. Es así que en una sociedad consumista
donde el progreso está dado por los
atajos y donde el acceso a productos terminados es continuo, las necesidades
son satisfechas más rápido y por consiguiente son generadas nuevas necesidades,
“en el mundo de la modernidad líquida, la solidez de las cosas, como ocurre con
la solidez de los vínculos humanos, se interpreta como una amenaza”[4], el individuo actual goza
más de nuevas experiencias por eso
olvidó y dejo de lado el disfrute de acumular cosas y encontró el placer en
disfrutar por poco tiempo algo y después deshacerse de ese algo; la costumbre,
los hábitos y las cosas duraderas no son aceptables, incluyendo esto para las
relaciones interpersonales.
Aunado a lo anterior para la sociedad actual
el tiempo se ha convertido en un recurso invaluable, propendiendo por hacerlo
rendir lo más posible sin desperdiciar un segundo de sus vidas evidenciado en
la multiplicidad de funciones que cada día las personas se ponen como retos,
“el tiempo ha llegado a ser un recurso (quizá el último) cuyo gasto se
considera unánimemente abominable, injustificable e intolerable”[5], es por esto que entre más
rápido y con menos esfuerzo logremos satisfacer una necesidad más exitosos
seremos ante el mundo. Todo esto conlleva a una cultura del facilismo la cual
nos estratifica entre exitosos y fracasados dependiendo de lo rápido que
podamos saciar nuestras necesidades y llegar más alto en la cadena de la
evolución, esforzándonos para obtener más en menos tiempo y no dejando todo al
libre transcurso de la vida. Por lo anterior los objetos y las relaciones son
creados para la necesidad del momento, sin calidad, sin deseo de que perduren
por el resto de la vida y con el fin de usarlas una sola vez para poder seguir
en busca de nuevas experiencias.
Es así como la educación es vista también como
un producto que tiene que proporcionar a sus usuarios las herramientas para
lograr satisfacer necesidades logrando con ello darles una posición social. “La
educación debía encararse como la adquisición de un producto que, como todas
las demás posesiones, podía y debía atesorarse y conservarse para siempre”[6], de acuerdo con lo
anterior podemos ver como en el pasado la persona que sabía leer y escribir
hacia parte de la clase social más alta dentro de una comunidad, más adelante
fue reemplazada por la que terminaba el bachillerato, luego por la que
ingresaba a la universidad y hoy en día es exitoso aquel que tiene la facilidad
de desaprender, aprender de nuevo y crear conocimiento, para avanzar de manera
estratégica entre las demás personas que no visualizan un futuro cambiante, el
cual deja atrás a aquellos que se quedan con la tradicionalidad y el
costumbrismo sin avanzar a la par de la evolución.
Por lo tanto la educación no debe ser
concebida como una manera de adoctrinar personas a las necesidades de cada
época, más bien debe enfocarse en despertar en cada persona la necesidad de
crear nuevo conocimiento, en fortalecer la imaginación y el deseo de
investigación con el que nace cada individuo, en formar profesionales íntegros,
en fomentar el análisis y la argumentación del punto de vista de cada persona,
y sobre todo debe ser prospectiva, proyectando a las personas a resolver
situaciones en el futuro. Las personas “Quieren tener asesores que les enseñen
cómo marchar, antes que maestros que les aseguren que están recorriendo la
única carretera posible, ya abordada.”[7] Esto es, pues,
que en la modernidad los profesores no son considerados como los poseedores del
conocimiento absoluto que tienen como trabajo transmitirlo a sus alumnos, ese
pensamiento es obsoleto. Actualmente se
busca que un profesor guie a cada alumno en la búsqueda de su propio
conocimiento, que despierte en cada estudiante la inquietud, el deseo de
cuestionarse, de investigar e innovar siempre para generar soluciones en la
actualidad que se mantengan en el tiempo siendo útiles y bien recibidas por las
generaciones futuras y no unas momentáneas salidas que al paso de un tiempo
corresponda renovarlas.
Cabe señalar que en la modernidad contamos
con acceso a un vasto, ilimitado y diverso conocimiento que a medida que pasa
el tiempo es cada vez menos posible de comprimir en un libro que se pueda
enseñar de memoria en los centros educativos. Por lo tanto es posible decir que
el conocimiento al igual que la raza humana es cambiante dado a la dinámica de
la evolución individual y social, dándole al
conocimiento la posibilidad de cambiar al ritmo en que el mundo
evoluciona, avanzando de manera continua y arrastrando a la sociedad con él,
sobre una premisa de revolución educativa. “El mundo actual ya no tiene ninguna
estabilidad, está todo el tiempo deslizándose, escurriéndose silenciosamente”[8], debido a la tecnología,
las cosas cambian constantemente ya nada es seguro ni confiable, lo que hoy es
un conocimiento cierto y aplicable mañana puede ser fácilmente reemplazado por
algo más novedoso, fácil y práctico, y es de esta manera que debemos estar a la
par de la evolución del universo, logrando ser impulsores del cambio y líderes
en el futuro de los nuevos paradigmas de evolución.
No cabe duda de que hoy en día se tiene claro
que la verdad es relativa porque depende de quien la mire, de la forma en que
se analice, de la tecnología que se aplique para explicarla, etc. Un ejemplo de
esto es que hasta hace muy pocos años la partícula más pequeña era el átomo,
así nos lo hacían aprender de memoria en el colegio, no hace mucho y gracias a
los avances de la tecnología se descubrió la forma de fragmentar el átomo. “En
semejante mundo líquido toda sabiduría y todo conocimiento de cómo hacer algo
sólo puede envejecer rápidamente y agotar súbitamente la ventaja que alguna vez
ofreció”[9], es así, que dependiendo
de las necesidades, la tecnología y la importancia del momento en que se
estudie o analice algo se generara un nuevo conocimiento, una nueva verdad, pero
esta nunca será una verdad absoluta siempre será relativa y sensible al cambio
para lo cual siempre debemos estar preparados y romper paradigmas que en algún
momento soportaron teorías empíricas y evolutivas que rigieron al mundo.
Para concluir, la educación a través del
tiempo ha tenido grandes cambios gracias a la evolución de los seres humanos.
En la actualidad, y gracias al consumismo capitalista de esta sociedad, la
educación afronta un gran reto y es el de reinventarse. En la modernidad
gracias a los avances tecnológicos tenemos a nuestra disposición la información
y el conocimiento que hasta el momento existe en el mundo, tan solo con un clic
podemos acceder, desde la comodidad de nuestro hogar, a los datos de la
historia más antiguos o a los avances científicos más actuales; es por esto que
ya no es necesario aprender las cosas de memoria y que el conocimiento que
hemos obtenido ya no es indispensable para nadie.
Por lo tanto en este mundo donde es prioridad
satisfacer las necesidades en un corto tiempo y sin el mayor esfuerzo, donde
las cosas cada vez se consiguen de manera más práctica y listas para usar,
donde el tiempo vale oro y donde las cosas incluyendo las relaciones personales
son cada vez más desechables y volátiles, la educación tiene el reto de enfocarse en formar personas integras con
capacidad de análisis y argumentación, fomentar el deseo innato del ser humano
de investigar y crear conocimiento, de ser una educación no arraigada a un
momento especifico del tiempo sino a ser una educación con prospectiva que
ayude al individuo a innovar y a desenvolverse en cada aspecto de la vida sin importar
los cambios que ocurran.
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